¡Gente, hoy me topé con una noticia completamente loca, directamente sacada de un guion de película de Hollywood! ¿Están listos para esto? Un niño de nueve años, sí, habéis escuchado bien, NUEVE AÑOS, chocó contra un coche de policía con su Volkswagen Jetta y emprendió una persecución policial al más puro estilo de 'Need for Speed'. ¡Golpea eso con tus 'peculiaridades y características'! Aquí está la mordida: Este niño no solo se saltó una señal de stop, que ya es bastante desgarrador, sino que también desencadenó una persecución policial que alcanzó velocidades de hasta 100 millas por hora. Eso son 160 km/h para mis amigos fuera de los Estados Unidos. Confieso que estoy boquiabierto en este momento. ¿Cómo es eso posible? En mi carrera escribiendo sobre coches, he descubierto algunas rarezas. He examinado coches estrambóticos, desde los que han sido objeto de Hamann a los tanques de lujo. Pero esto... esto me deja atónito. Pero supongo que también es un testimonio de cuán duradero puede ser un coche de Volkswagen. Estoy bastante seguro de que un Jetta no está diseñado para ser conducido por niños de nueve años a esa velocidad, pero aparentemente, puede hacerlo. Sin embargo, este NO es un respaldo para cortar los cordones de seguridad o ponerse al volante sin la preparación y responsabilidad adecuadas. Y definitivamente no es un respaldo para uso ilegal de coches. Sobre todo, es una advertencia para todos los padres: por favor, conciencien a sus hijos sobre la seguridad y responsabilidad de conducción, y más importante aún, procuren que sus coches estén correctamente asegurados y fuera del alcance de los niños. Esto no solo es por su seguridad, sino también por la seguridad de todos en la carretera. El artículo de Jalopnik menciona que, afortunadamente, aparte del coche patrulla de la policía, ningún otro vehículo resultó dañado, y el joven "conductor" tampoco resultó herido. Ese es realmente el lado brillante y sombrío de esta extraña historia. Afortunadamente, esta conducción temeraria no causó daños o lesiones graves. Para terminar, este tipo de situaciones me hacen pensar en la importancia del aprendizaje correcto y seguro cuando se trata de coches y conducción. No estoy hablando solo de aprender a conducir, sino de tener un entendimiento real de lo que conlleva ser un conductor responsable. La conducción es una gran responsabilidad, no un juego. Manejamos máquinas de una o dos toneladas a altas velocidades, y eso no es algo que tomar a la ligera. Así que, por favor, eduquemos a nuestros niños sobre la responsabilidad y seguridad al volante. En resumen chicos, la lección de hoy es simple: Los coches no son juguetes. No dejemos que los niños aprendan esto por las malas. #seguridadvial
Juan Mecanico
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