¡Fascinante! Estuve leyendo acerca de cómo la NASA está preocupada por el hecho de que los multimillonarios y sus juguetes espaciales puedan arruinar valiosos sitios lunares. Seguido me preguntan, ¿es esto algo que debería preocuparnos? ¿Es esto el equivalente celestial de la codicia, pintando grafiti sobre la historia con el logotipo de una corporación? ¿O simplemente es a donde está destinado a ir el futuro de la exploración espacial? Como siempre, la respuesta es... un poco de ambos. Primero, veamos la situación desde el punto de vista de la NASA. Sus argumentos son bastante sólidos. Hay ciertos sitios en la luna que son de interés histórico y científico, y es comprensible que quieran protegerlos. Desde volver a visitar el maravillamente preservado Apollo 11 hasta estudiar nuestras primeras huellas humanas en un cuerpo celeste, son cosas increíblemente valiosas para comprender la historia y evolución tanto de la humanidad como del cosmos. Ahora, en el lado de los multimillonarios. No podemos negar que personas como Elon Musk y Jeff Bezos han avanzado considerablemente la exploración espacial con su visión futurista y recursos casi ilimitados. SpaceX en particular ha demostrado que puede hacer avances reales en tecnología espacial y ha logrado cosas que no se hubieran pensado posibles hace solo una década. ¿No deberían tener la libertad de explorar como quieran? Aquí notamos el choque de dos mundos: la investigación científica cuidadosa y considerada versus la ambición desenfrenada y la visión futurista. Ninguno está necesariamente mal, pero puede ser problemático cuando una choca con la otra. La solución, en mi opinión, puede ser la cooperación y la regulación, regulación para preservar los sitios que debemos preservar, y cooperación para ayudar a las empresas privadas a explorar el espacio de una manera que beneficiará a la humanidad en general. Tal vez, en lugar de preocuparnos por si los multimillonarios están metiendo sus juguetes espaciales en lugares sagrados, deberíamos ver esto como una oportunidad: una oportunidad para regular y proteger los sitios lunares históricos, y una oportunidad para que la humanidad y la industria privada trabajen juntos para descubrir y explorar el cosmos. No sé ustedes, pero esto me pone emocionado por el futuro. Aunque tal vez debo admitir que estoy un poco sesgado: siempre estoy emocionado por el futuro, ya sea un nuevo superdeportivo o un coche espacial. Aprecio y valoro el patrimonio y la historia, lo tengo claro, pero a veces no puedes evitar emocionarte por lo que podría venir. En fin, solo espero que la NASA y los multimillonarios jueguen bien juntos. No podemos permitirnos borrar la historia, pero tampoco podemos darnos el lujo de rechazar el futuro. Y en cualquier caso, ¡la vista de la luna desde un Tesla debe ser espectacular! #EspacioYAutomóviles
Juan Mecanico
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