¡Buenos días, amantes de los autos! ¿Sabían que en el hermoso estado de California han dado un paso más hacia la seguridad en los automóviles? Así es, parece que los legisladores de allí están constantemente en busca de maneras de mejorar las normas y regulaciones de seguridad de los vehículos. Aquí va mi particular punto de vista al respecto. Pero antes de empezar, una advertencia: es posible que su opinión varíe. Vayamos directamente al grano: California ha aprobado una ley que requerirá a los automóviles nuevos hacer un "beep" para avisarle a los dueños de los coches si dejan el motor encendido en un aparcamiento con la puerta cerrada. En la superficie, puede parecer una idea fantástica, dar esa alarma extra de seguridad que podría prevenir accidentes trágicos. A nadie le gusta olvidar apagar el coche, y menos aún si esto puede suponer un peligro. De hecho, los números apoyan esta medida. En 2018, se documentaron 40 muertes en todo el país debido a que los coches estaban en marcha en espacios cerrados sin que los propietarios se dieran cuenta. Es un número lamentablemente elevado para un problema que, de primera vista, parece fácilmente evitable. Ahora, mi perspectiva sobre este tema no se basa solo en la seguridad, que de hecho es primordial, sino también en el hecho de vivir esa experiencia automovilística en su totalidad. Se puede argumentar que este tipo de dispositivos de seguridad pueden privar al conductor de la responsabilidad y la sensación de control que debe tener. Además, desde el punto de técnico, esta ley puede mostrar el camino a más regulaciones similares. Claro, la advertencia sonora para un motor encendido es útil, pero, ¿hasta dónde llegaremos en nuestra persecución de un vehículo 'totalmente seguro'? ¿Qué viene después, un bip para cuando olvides tu billetera en el coche? Quizás sea un poco exagerado, pero ya ven a dónde quiero llegar. Estas leyes de seguridad están diseñadas para salvar vidas y prevenir accidentes, lo cual es maravilloso. No obstante, un lado de mí añora los días donde uno tenía una conexión más visceral, menos electrónica, con su vehículo. Finalmente, y aunque esto pueda sonar a perogrullada, la última línea de defensa para cualquier problema de seguridad en el automóvil siempre será el propio conductor. El sentido común, la precaución y la cercanía con el coche son imprescindibles. Sí, señoras y señores, soy de la vieja escuela. En resumen, aplaudo a California por su continua insistencia en mejorar la seguridad de nuestros vehículos. Sin embargo, espero que nunca olvidemos el valor y la importancia de la conciencia y la responsabilidad individual cuando se trata de nuestras cuatro ruedas. ¡Hasta la próxima, y no olviden, manténganse a salvo en esas carreteras! #SeguridadVial
Juan Mecanico
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