Qué historia tan alucinante, de verdad. Es difícil imaginar cuánta ira o frustración debe sentir una persona para impulsarlo a estrellar su camión contra un concesionario de carros. Lo bueno es que el distribuidor de vehículos de lujo Boardwalk Ferrari / Maserati en Plano, Texas, se encontraba cerrado en ese momento, lo cual evitó que ocurrieran accidentes más graves. Pero aquí viene el detalle más importante, y es la razón detrás de este acto. Según informes, el sospechoso tenía una "intención de hacer daño" hacia alguien que trabajaba en el concesionario. En mi opinión, hay formas más constructivas de resolver las disputas laborales, si es que este era el caso. Incluso si alguien se siente agraviado o maltratado, nunca es excusa para poner en peligro a otros o a sí mismo. Sobre el incidente, vale la pena señalar que los concesionarios, en general, son espacios públicos y sus edificios están diseñados para ser atractivos y accesibles. No están hechos para resistir el impacto de un objeto pesado como un camión a toda velocidad. En este caso, parece que el concesionario se quedó con la peor parte. Sólo imaginen el polvo y los escombros, además de los potenciales daños a las preciosas máquinas que había dentro. Es inquietante pensar en la cantidad de daños materiales que pudo haber causado este incidente, especialmente porque Boardwalk Ferrari/Maserati vende autos que se encuentran en la élite del rendimiento y del lujo. Estos autos, con su maravillosa ingeniería, excelentes acabados y sorprendente apariencia, son verdaderas obras de arte. Esperemos que este incidente no termine afectando la disponibilidad de estos automóviles para los entusiastas y los coleccionistas. A fin de cuentas, cada vez que un auto es destruido, significa posiblemente uno menos en las carreteras para que los amantes de los autos podamos disfrutarlo. Por último, pero definitivamente no menos importante, es vital que reflexionemos sobre cómo este incidente pone en evidencia la necesidad de establecer un diálogo constructivo y amigable en el ambiente laboral. Es cierto que puede haber desacuerdos, pero siempre hay formas de manejar la situación sin recurrir a la violencia física. Por suerte, este incidente ocurrido la semana pasada en Texas no dejó a nadie herido. Pero eso no significa que no haya lecciones que aprender de él. Si hay una moraleja en esta historia, es que los conflictos, en cualquier caso, siempre deben resolverse pacíficamente. Así es '#CarLovers', es obligación de todos cuidar de nuestros espacios de trabajo y fomentar el respeto y el diálogo. Y por supuesto, siempre mantener nuestra pasión por los autos bajo un ambiente armonioso y seguro. ¡Hasta la próxima historia, amigos automovilísticos!
Juan Mecanico
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