Impresionante, Ford realmente tiene un plan radical para impulsar las ventas del Mustang Mach-E. Como si no fuera suficientemente emocionante tener un SUV eléctrico con el nombre de 'Mustang', Ford está planeando comprar su propio stock en concesionarios estratégicamente seleccionados. Parece una locura, ¿verdad? Bueno, en el extraño mundo de los autos eléctricos, estas ideas extravagantes son par del día. #FordMustang Entonces, aquí está la esencia. Ford quiere controlar la oferta y la demanda a nivel de concesionario para el Mach-E. ¿Cómo? Bueno, el plan audaz de Ford es un esquema de 'remuneración de portafolio', algo nuevo en la industria del automóvil. En resumen, Ford está dispuesto a gastar dinero para comprar de nuevo las unidades que se queden en el exceso de inventario. La idea es que al hacer esto, podrán mantener la demanda enérgica y constante, como esa pareja de jubilados bailando salsa que ves en la plaza cada sábado. ¿Pero funcionará esta táctica peculiar amarre de zapatos? Bueno, por un lado, es fascinante cómo Ford está intentando adaptarse y ajustarse a los cambiantes panoramas del mercado de automóviles. Ahí está el espíritu pionero que todos esperamos de las marcas líderes. Pero, por otro lado, este movimiento tradicional de marketing podría ser un arma de doble filo. Podría funcionar perfectamente, asegurando que las ventas del Mach-E no pierdan fuerza o, por otro lado, podría ser una inversión masiva con el potencial de generar pérdidas descomunales. Entonces, ¿qué pasa con los concesionarios? Bueno, ellos también se encuentran en un lugar interesante. Ford está esencialmente garantizando una venta, porque hasta unas canicas son una venda si toman el trato. Interesante, ¿verdad? Pero, ¿qué pasa si el auto no se vende bien a nivel de clientes y se quedan con un montón de Mach-Es que Ford no necesita comprar de nuevo? Ahí es donde podría ir mal, amigos míos. Y no olvidemos el elefante en la habitación: el nombre. Mustang. Un nombre que siempre ha estado asociado con coupés de tracción trasera, rugidos de motores V8 y pañuelos de plumas de águila… espera, tal vez eso último no, pero ya me entendieron. Y, de repente, lo están pegando en un SUV eléctrico. Es como poner la salsa Valentina en sushi, muy chocante para dos mundos tan diferentes. Pero quizás, sólo quizás, este tipo de movimientos radicales es justamente lo que necesita la industria automotriz en estos tiempos de cambios drásticos. Tal vez sea un golpe maestro de Ford. Pero, ¿apostaría una casa en ello? Probablemente no. #electriccars. Como siempre, estoy seguro de que este tema provocará un buen debate entre los entusiastas de los autos. Así que, ¿qué piensan ustedes, amigos? ¿Es esta una jugada inteligente por parte de Ford? ¿O nos llevará a un apocalipsis lleno de SUVs eléctricos rebosando en los pisos de los concesionarios?
Juan Mecanico
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