¡Ay, ay, ay! Acabo de leer un artículo sobre cómo Ford está tratando de controlar las ventas de los Mustang GTD. Ahora, eso no es algo que ves todos los días. ¿Quién hubiera imaginado que la marca del caballo galopante intentaría controlar el mercado de esta manera? El #Mustang siempre ha sido uno de esos coches que representa la libertad, la rebelión y, por supuesto, el rugido del motor americano. Es un icono inigualable, una joya automotriz que hace girar cabezas. Cuando piensas en un Mustang, piensas en caballos de fuerza en abundancia, una experiencia de conducción emocionante y, francamente, en la emoción de hacer exactamente lo que te dé la gana. Entonces, ¿por qué diablos Ford está tratando de manipular a sus concesionarios y controlar las ventas de estos vehículos? De acuerdo con el artículo, Ford quiere controlar las ventas del Mustang GTD. En un intento por evitar que los distribuidores revendan este coche a un precio elevado, Ford está proponiendo un sistema en el que requiere que los concesionarios paguen una comisión si venden el coche a otro concesionario dentro de dos años de haberlo adquirido. Esto, mis amigos, es un intento claro de manipular el mercado y limitar el acceso a uno de los autos más amados de América. ¿Pero saben qué? Este viejo truco no es nada nuevo. Los fabricantes han estado jugando este juego durante años, poniendo en ridículo a los apasionados del automovilismo y coleccionistas que respetan y valoran la auténtica libertad que viene con la posesión de uno de estos vehículos icónicos. Es un movimiento que va en contra de lo que los coches como el Mustang representan y, sinceramente, me parece una total falta de respeto. #Automotive no tiene nada que ver con controlar a la gente. ¡Todo lo contrario! Se trata de libertad, de emoción, de experiencias inigualables. Y es por eso que veo esta decisión de Ford como algo nada menos que atroz. Saben qué más es atroz? Hacer una paella con chorizo. ¡No queda bien! Lo siento, España. Entiendo que Ford no quiere que los concesionarios se aprovechen de la demanda de estos coches para subir los precios. Pero aquí está la cosa: son los consumidores quienes deciden cuánto están dispuestos a pagar. Si piensan que un Mustang GTD vale la pena, pagarán lo que sea necesario. Si no, buscarán en otra parte. Y, honestamente, no creo que sea el trabajo de Ford decirles lo contrario. Si los consumidores ven valor en sus coches, pagarán lo que sea necesario. Y si no, buscarán en otro lugar. Puedo entender de dónde viene Ford, pero no puedo decir que esté de acuerdo con su enfoque. La compra de un coche debería ser una experiencia de libertad y elección, no de reglas impuestas por el fabricante. ¿Qué opinas tú? ¿Crees que este movimiento de Ford es justo?
Juan Mecanico
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