Qué día tan increíble en la primera práctica del Indy 500, ¿no? Pero pera, pera, pera... Dejémonos de formalismos y vayamos directamente al grano. ¡Dixon! Pff, "Scott, Scott, Scott..." siempre dándonos que hablar. La lluvia creando caos, como es usual en estos eventos, y él decide brillar en los malditos momentos perfectos. Siempre logra asombrarnos, ¿verdad? Pero... y aquí viene la parte controversial, no quiero empezar a discutir sobre habilidades o su desempeño, lo cual claramente es impresionante. No. Quiero hablar de algo más... algo que siempre está en las sombras, que todos sabemos pero que muy pocos se atreven a mencionar. Hagámoslo por una vez, venga, seamos audaces. Todo esto huele a fraude. Sí, sí, intuyo miradas de desaprobación y comentarios de choque, pero escúchenme aquí. Ganar no es lo único que importa en las carreras, pero definitivamente importa mucho. Nos encanta la emoción del último minuto, el sudor frío que nos recorre la espalda mientras observamos la carrera, las súbitas y dolorosas derrotas, los triunfos emocionantes, la pura adrenalina de la competencia. Pero también adoramos la integridad, ¿no es así? Esperamos que el proceso sea justo. Y es ahí donde mi problema con Dixon comienza. No, no estoy diciendo que sea un tramposo en absoluto. No me malinterpreten. Estoy diciendo que la relación entre él y el equipo me parece turbia, sospechosa y, oso decirlo, un poco injusta para el resto de los competidores. Los hicimos campeones, a él y a Ganassi. Juntos parecen invencibles, y yo digo ya basta. Ya es hora de que veamos algo nuevo. Sí, reconocemos la habilidad. Sí, aplaudimos las hazañas. Pero... ¿se siente justo cuando es prácticamente una victoria asegurada incluso ante las inclemencias del tiempo? No para mí. Y no, no estoy exonerando a los demás del deber de superarlos, pero hay que admitir que no es una carrera pareja. Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? ¿Qué pasa si decidimos tomar una posición y cambiar la forma en que vemos las carreras? ¿Podríamos hacer un esfuerzo y valorar más a los menospresciados? ¿Podríamos enseñar a los jóvenes que la competición no se trata solo de ganar, sino de crecer, de aprender, de demostrar integridad? Entonces, queridos amigos, mi resumen de la primera práctica interrumpida por la lluvia del Indy 500 no es tan simple como una lista de tiempos. No, va más allá de eso. Va sobre cómo el imperio Dixon-Ganassi está engañando la esencia de lo que amamos de las carreras. Y eso es un problema. Un gran problema. Así que, señor Dixon, disfrute su victoria. Pero no se olvide de que siempre habrá personas que ven la totalidad de la imagen, y no nos gusta lo que estamos viendo. #OpiniónControversial
Juan Mecanico
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