¡Hola a todos! Tenía que compartir este artículo fascinante sobre cómo se crea un circuito de Fórmula E. Para aquellos que no están familiarizados, la Fórmula E es básicamente la nueva onda de carreras que combina la adrenalina de la F1 con la sostenibilidad de los vehículos eléctricos. Ahora, no voy a mentir, soy un fanático del sonido de un V8 rugiendo, pero incluso yo puedo apreciar la gracia silenciosa de estos autos zumbadores. Lo interesante acerca de estos circuitos de carreras es que se ubican en las ciudades. ¡Así es! No en pistas de carreras externas, sino en las bulliciosas calles de metrópolis como Nueva York, París y Berlín. Y no son simples tramos de carreteras que se transforman durante la noche. No, hay un proceso detallado y bien orquestado detrás de cada uno de estos eventos. Primero viene la selección del sitio: se requiere un trazado mínimo de carretera de 2.4km para estos veloces automóviles eléctricos para hacer piruetas. Que no les engañen los motores eléctricos, estos bólidos aún necesitan espacio para maniobrar y exhibir su verdadera potencia. Y por supuesto, debe permitir la máxima visibilidad para los espectadores emocionados. A continuación, entra en juego la infraestructura del circuito, la cual se coloca en su sitio solo tres semanas antes del evento. A diferencia de un circuito dedicado, estas carreteras siguen siendo transitables hasta solo unos días antes del inicio de las carreras. Hablar de eficiencia de tiempo, ¿verdad? Pero la verdadera controversia aquí radica en la respuesta de la ciudad y de los habitantes hacia estos eventos de carreras. Por más emocionante que pueda ser para nosotros, los entusiastas de los autos, tener un evento de Fórmula E en nuestra ciudad, las interrupciones del tráfico pueden generar un clima tenso. Y eso no es todo, si bien los vehículos eléctricos son el futuro, su atractivo todavía está en discusión entre los puristas del automovilismo. ¿Podrá la Fórmula E llegar realmente a reemplazar la emoción y el rugido de autos a gas de la F1? Personalmente, no lo creo. Y aquí viene el golpe, creo que el silencio aterrador de los autos eléctricos le quita a la experiencia de la carrera, vale la pena la sostenibilidad, pero a un costo. Pero, ¿ustedes qué piensan? No importa donde caigas en el debate, no se puede negar que la logística detrás de estos eventos es, en una palabra, ¡impresionante! Por ahora, espero con ansias ver cómo evolucionará este innovador formato de carreras y cómo cambiará nuestra percepción de los deportes automovilísticos. ¿Quién sabe? Tal vez algún día todos nos emocionaremos con el zumbido de los autos de carreras eléctricos en lugar del rugido de los de gasolina. O tal vez no. #DebateAutomovilístico
Juan Mecanico
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